EL CERTIFICADO DE EFICIENCIA ENERGÉTICA DE LOS INMUEBLES QUE SE QUIERAN ALQUILAR O VENDER ENTRA EN VIGOR EL AÑO PRÓXIMO 25/11/2012
El 1 de enero del año próximo entra en vigor la obligatoriedad de contar con un certificado de eficiencia energética, para todos los inmuebles construidos antes de 2007, destinados a la venta o al alquiler.
Se trata de un documento que debe describir lo eficaz que es un inmueble en cuanto al consumo de energía.
El certificado energético para los inmuebles puede jugar un papel importante en la decisión del potencial comprador o inquilino de la vivienda. No obstante, no será obligatorio tener una calificación mínima para poder vender o alquiler el inmueble.
La etiqueta deberá estar incluida en toda oferta, promoción y publicidad dirigida a la venta o arrendamiento del edificio, y clasificará cada inmueble con un código de color, según su consumo energético, desde la calificación de la A a la G, nos indica el consumo de energía de la vivienda, siendo A la más alta calificación, mayor ahorro, y G la más baja, mayor gasto.
Se estima que entre dos viviendas de las mismas dimensiones, el ahorro energético entre una calificación A y una calificación G puede ser del 70%. O sea que el propietario o inquilino de una vivienda con calificación A paga en energía un 70% menos que el propietario de una vivienda de calificación G para conseguir los niveles de confortabilidad normales.
La exigencia de este documento viene de la Unión Europea y quedará plasmada en España a través de un Real Decreto, todavía por aprobar, que será redactado por el Ministerio de Industria. En el resto de Europa, donde ya ha entrado en vigor la normativa, tanto en los escaparates de las agencias inmobiliarias como en los portales de Internet, aparecen ya las etiquetas energéticas como una característica más de la vivienda o local junto con el precio, la superficie o los metros cuadrados.
Hasta ahora, tal y como explica la OCU, en España únicamente se exigía un documento semejante para los edificios de nueva construcción o grandes rehabilitaciones, pero la UE obliga ahora a que cuente con este certificado toda vivienda que salga al mercado ya sea en venta o alquiler.
El certificado de eficiencia energética tendrá una validez de diez años y su coste correrá a cargo el propietario del inmueble, y será su responsabilidad renovarlo. Todavía no existen cifras sobre su coste en España aunque podemos hacernos una idea respecto a los precios que se manejan en algunos países europeos. En Italia ronda los 250 euros y en Alemania, los 500 euros para un piso medio de 100 metros cuadrados.
Además del estudio para obtener el certificado, cada vivienda analizada recibirá una serie de recomendaciones de mejora que permitirán aumentar al menos un nivel en la escala de eficiencia energética si la calificación es B o C, o dos cuando la vivienda originalmente cuenta con una calificación D, E, F o G.
La medida también afecta a todos los edificios públicos o privados que presten servicios públicos a un número importante de personas y que, por consiguiente, sean frecuentados habitualmente por ellas, con una superficie útil total superior a 1.000 metros cuadrados, exhibirán obligatoriamente, en un lugar destacado y visible por el público, la etiqueta de eficiencia energética, cuando les sea exigible su obtención.
Quedan excluidos los edificios y monumentos protegidos, los utilizados como lugares de culto o los edificios de viviendas que sean objeto de un contrato de arrendamiento durante menos de cuatro meses al año, entre otros.
La exigencia de este certificado puede suponer una oportunidad profesional para arquitectos, arquitectos técnicos, ingenieros e ingenieros técnicos, un sector especialmente denostado por la crisis.
Fuente: RealStatePress