En la actualidad, la construcción de naves industriales solo se puede realizar en sitios especializados y autorizados para ello, es decir, en un polígono industrial. Estos espacios destinados a este uso son autorizados por los ayuntamientos y administraciones públicas, con especificaciones que deben de cumplir la construcción de las mismas. Es imprescindible que tengan servicios comunes como: suministro de agua, energía eléctrica, red telefónica y buenas comunicaciones para el transporte. La compra o el alquiler de una nave industrial es la opción más habitual en la mayoría de empresas, pero hay otras que prefieren comprar un terreno o suelo industrial para construir una nave que responda exactamente a sus necesidades. A menudo, la empresa adquiere el terreno, y desarrolla la construcción en diferentes fases, que le permiten adaptar las instalaciones a requerimientos futuros, y a la vez realizar la inversión de forma progresiva. Una vez la empresa decide optar por la adquisición de un terreno para construir el tipo de nave que necesita, debe tener en cuenta diferentes factores.